jueves, 8 de enero de 2015

“Papeles en el viento”

El problema de “Papeles en el viento” no es la película en sí, sino lo que generaba tener en un mismo film a cuatro actores, que ya por separado rompen la taquilla; sumado a la dirección de Juan Taratuto (“No sos vos, soy yo” y “Un novio para mi mujer”) y el libro del prestigioso y bestseller Eduardo Sacheri. Demasiada expectativa y mucho muy-bueno-todo-junto; que si bien no logra ser la película del año, conforma a un espectador, que tras una hora y media, seguramente se emocionará hasta las lágrimas y se reirá con más de una carcajada.

Ellos eran cuatro amigos, Mauricio (Pablo Echarri), El Ruso (Pablo Rago), Fernando (Diego Peretti) y El Mono (Diego Torres). Compartían la cuarta década de sus vidas, la pasión por Independiente, los problemas maritales y sus propios fantasmas. El abogado exitoso, el maestro de escuela sin expectativas de más, “el único judío sin aspiraciones” como dicen ellos mismos y el que sueña con dejarle un futuro a su hija y por ello apuesta su indemnización en un jugador de mediocre presente, dudoso futuro y efímero pasado. Esa es la fotografía que con continuos flashbacks su director nos va contando, incluso con una primera imagen que muestra el entierro de uno de ellos. La cuestión es que los que quedaron, tienen que continuar con lo que dejó trunco El Mono, revalorizar al intrascendente Pittilanga, quien juega en la liga Argentino A con un promedio de gol bajo para un delantero de proyección internacional.

Basada en la homónima novela de Eduardo Sacheri, “Papeles en el viento”; el film se sostiene rítmicamente gracias a la fuerte presencia cinematográfica de sus protagonistas, que incluso se eleva cuando intervienen los personajes de Alfredo Castellani, como un intermediario venido a menos y Daniel Rabinovich, el deshonesto periodista deportivo que ayuda a agitar a Pittilanga en los medios (cualquier parecido con Fernando Niembro es pura coincidencia). Cecilia Dopazo queda a medio camino, al igual que Paola Barrientos, pero es más por el predominio machista de toda la historia que por sus deslucidos roles.

“Papeles en el viento” es una selección de acertados diálogos y un exacto equilibrio entre la luz y alegría que le imprime a todo Diego Torres, la pesadez y el hastío de Diego Peretti, la calidez de Pablo Rago y la distancia de Pablo Echarri. Un póker de lujo, que Juan Taratuto dosifica de manera soberbia, para que disfrutemos de pasajes optimistas, melancólicos y reflexivos, como la escena donde El Mono le explica lo que siente por su hija al frío y calculador Mauricio. El tratamiento de las cámaras y la sensibilidad de esos pocos segundos, valen la película en sí.

Es lógico que si “El secreto de sus ojos” giró en torno a la pasión racinguista, este nuevo libro de Sacheri hable del sentimiento por el Rojo, equipo del cual es hincha. Un fervor que se transmite en todo momento y que toca fibras íntimas sobre todo en su epílogo, cuando retratan segundo a segundo, la hipnosis que genera la religión del fútbol.

“Papeles en el viento” no viene a cerrar la trilogía que iniciaron las multipremiadas “El secreto de sus ojos” y “Relatos salvajes”, pero entretiene y emociona. Cuatro actores que se potencian y que hacen que la dupla Taratuto-Sacheri llegue a buen puerto. Muy buena.

Dirección:
Juan Taratuto
Guión: Eduardo Sacheri.
Elenco: Diego Peretti, Pablo Echarri, Pablo Rago, Diego Torres y elenco.
Duración: 98 minutos.

Por Mariano Casas Di Nardo
@MCasasDiNardo