viernes, 11 de septiembre de 2015

"Francisco, el Padre Jorge"

Lo mejor del film de Beda Docampo Feijóo es que toma todas situaciones que entrarían perfecto en un documental sentido y las pone a disposición de un thriller cinematográfico. Entonces vemos en cien minutos, la vida real de uno de los argentinos más importantes de la historia, bajo el código hollywoodense. Por primera vez, disfrutamos de esos Blockbusters que enaltecen la figura de cualquier norteamericano, pero con un protagonista nuestro. Y la emoción sale desde el primer minuto y se profundiza en la última media hora.

Darío Grandinetti es Jorge Bergoglio y aunque a simple vista, no nos lleva directamente al actual Pontífice, es el actor ideal para jugar con los tiempos y darle a su vez la calidez real. Ir y venir desde la actualidad al pasado y viceversa, con detalles de humor, rebeldía y soledad. De adolescente, el papel es obra de Gabriel Gallichio, quien le pone humildad y seducción a ese simple chico que se debatía entre el amor y el seminario.

La caracterización de la Buenos Aires de 1940 es fidedigna. Y aunque no sea vital para la progresión de la historia, hace de base para que nos involucremos de lleno. Laura Novoa como su madre, se destaca, pero es Leonor Manso como su abuela –con un acento italo-argentino medio extraño–, que direcciona todo. Sus miradas y lo que no dice, cautivan. Por su parte, la actriz Silvia Abascal, hace de una joven periodista española que es enviada por su diario a cubrir la asunción del Papa en 2005 y genera un vínculo casi paternal con Bergoglio.

Nada de lo que cuenta el film es ficción y eso hace que todo se vea con más intensidad. La pasión del mismo Jorge por el prójimo, su defensa para con los pobres, su vínculo con el Padre Pepe y con la villa, su amor por San Lorenzo y su impronta jesuita. Como una paleta de muchos colores, su directora nos va contando todo. E insistimos, todo fue real. El camino del héroe acá es sincero, aunque lo veamos a través de una pantalla de celuloide, cómodamente sentados en una butaca.

Basado en el libro de la periodista Elisabetta Piqué, “Francisco, vida y revolución”, la cinta no magnifica gratuitamente la imagen de Jorge Bergoglio en su camino hacia el Papado, sino que sus mismos gestos por sí solos ya lo hacen. Su epílogo sensibiliza de forma brutal y uno pierde la estabilidad emocional. Porque eso fue real. El tiempo le dará la magnitud que aún hoy nosotros ignoramos por ser reciente. Sin duda, uno de los films más emotivos de la historia del cine argentino.

Dirección: Beda Docampo Feijóo.
Guión: Beda Docampo Feijóo.
Elenco: Darío Grandinetti, Silvia Abascal, Laura Novoa, Leonor Manso y Jorge Marrale.
Duración: 100 minutos.

Por Mariano Casas Di Nardo
@MCasasDiNardo