martes, 1 de julio de 2014

"Bajo la misma estrella"



“Bajo la misma estrella” es interminablemente triste. De esas películas en las que cada fotograma podría ser una historia de amor en sí misma con final feliz, pero que unidas y editadas, nos demuestran que la vida puede ser muy cruel con quienes tienen un destino marcado por la tragedia. Al menos su director, Josh Boone, se apiada del espectador y la relata de la forma más optimista posible. Para que la bella y delicada Hazel Grace Lancaster, quede en nuestro recuerdo como ese ángel que volaba incluso, en la tormenta más hostil.

De dos formas podemos abordar el film basado en la exitosa y homónima novela de John Green. Con ojos inocentes, para que la historia nos cautive, disfrutando y llorando según los periplos de sus protagonistas; o con el alma gastada de tanto cine, en el que veremos una historia con todos los lugares comunes de la tragedia, de esas que nos hacen lagrimear aunque no queramos, porque todo está a disposición del lacrimógeno Blockbuster. Dentro de la primera premisa, entenderemos que “Bajo la misma estrella” puede quedar en nuestro corazón de la misma forma que la recordada “Mi primer beso” con Macaulay Culkin y Anna Chlumsky. Pero incluso con la mala predisposición de la segunda opción, nos resultará igualmente encantadora, porque nadie puede resistirse a la dulzura de sus protagonistas.

El libro relata la historia de Hazel Grace Lancaster (Shailene Woodley), una chica de diecisiete años que sufre cáncer de tiroides fase IV. Años de encierro y sufrimiento, hasta que su madre la convence de ir a un grupo de autoayuda donde encontrará gente con similares problemas. Y es donde Gus Waters (Ansel Elgort) se le cruza en su camino. Un chico optimista al cual su enfermedad y la pérdida de su pierna, no lograron aplacarlo. Es un seductor nato, con aires de grandeza, que sucumbe a primera vista, ante su encanto. Tras un fallido primer choque, el segundo encuentro ya resulta definitivo. Dos almas rotas que se sanan en una mirada y que sueñan con un milagro que posiblemente resulte: el de la eternidad.

El film no deja de ser un melodrama adolescente, con las chispas de un amor inédito que deja ver esas típicas primeras cartas, besos inocentes y el despertar sexual de sus protagonistas. Pero aunque colorido y suavizado, trata temas fuertes como el cáncer, la fe, el dolor familiar y la muerte. La vida misma, en la edad que más hiere, la temprana.

“Bajo la misma estrella” es perversamente cruel. Porque no verla no nos cambiará nada, pero padecerla, nos puede hacer ver la vida de otra forma. Con situaciones que nos recuerdan al Romeo enamorado que todos fuimos en nuestra adolescencia y a la Hazel que siempre estará en nuestro corazón, aunque los años la hayan desdibujado. Una película que si nos encuentra con las defensas bajas, nos llegará a lo más profundo del alma.

Dirección: Josh Boone.
Guión: John Green.
Elenco: Shailene Woodley y Ansel Elgort.
Duración: 125 minutos.

Por Mariano Casas Di nardo
@MCasasDiNardo

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