“Delirium” es una doble estafa. Por un
motivo más que concreto: cuenta de forma precaria, una historia pobre. Todo de
forma elemental, transitando los caminos de lo obvio y recurriendo a figuras
estelares como para dejar en claro que se contaba con recursos que sus
directores decidieron no utilizar. El problema es que en plena época de redes
sociales y de ultra exposición, a nadie asombra ver a los famosos
protagonizando roles ajenos a su profesión. Ver a Susana Giménez, a Diego
Torres y a Guillermo Andino, entre otros, en la película no produce más que una mueca.
Mientras que verlo a Ricardo Darín así de expuesto, da pena.
Lo mejor de “Delirium” son dos cuestiones bien
marcadas. La primera es su poca duración, por lo que la tortura visual no nos
genera una hemorragia mortal. Y lo segundo e importante, en estos tiempos donde
lo más difícil es darle un final acertado a cualquier film en su momento justo; la cinta de Carlos Kaimakamian Carrau, en su epílogo queda a la deriva.
Podríamos estar hablando de la primera película de la historia en no tener un
final. No abierto, menos subliminal. Para no desilusionar (aún más) al
espectador con un final desacertado, es mejor que no tenga.
La película
cuenta la historia de tres amigos, entre perdedores y deficientes, que desean
salir del letargo en que se encuentran y para ello planean dar un golpe que los
haga millonarios no sabemos, pero sí adinerados. Y qué mejor que filmar una
película con la figura de Darín como protagonista. Una ecuación como la de
Darín igual a éxito, que no resulta ni en la ficción ni en la realidad. “Cine
en el cine” pensaba Woody Allen mientras craneaba “La rosa púrpura del Cairo”
en algún barcito de su Manhattan querida; igual que el ganador del Oscar por
“El secreto de sus ojos”, al lamentarse tanto en el bosque como en el set de
filmación “qué hago acá con estos improvisados”.
Lo
dicotómico de “Delirium” es que nos hace pasar del humor absurdo a la tensión
en escasos segundos. Risa porque tiene momentos donde alguna sonrisa se nos
escapa y dramatismo cuando desconocemos las razones que llevaron a un actor de
reconocimiento internacional como Ricardo Darín a compartir escenas con actores
anónimos. Por otra parte, su director nos muestra que el protagonista de “Nueve
reinas” y Hernán "Curly" Jiménez también pueden actuar mal. O sea, toda una novedad.
Nada
los salva de la catástrofe. Ni la acertada inclusión de Diego Torres,
menos la de Susana Giménez. Sólo un destello de buen cine, cuando uno de los
amigos le explica a otro, su plan en una libreta que se escribe y se borra
automáticamente.
Si “Delirium”
puede quedar en puntos suspensivos, también puede hacerlo esta crítica… como
para equilibrar todo. Profundizar más, ya sería saña.
Guión y dirección:
Carlos Kaimakamian Carrau.
Elenco: Ricardo Darín, Ramiro Archain, Emiliano Carrazzone y Miguel Di Lemme.
Duración: 84 minutos.
Elenco: Ricardo Darín, Ramiro Archain, Emiliano Carrazzone y Miguel Di Lemme.
Duración: 84 minutos.
Por Mariano
Casas Di Nardo.
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